¡Buenos días a todos ¡
Ya sabéis una vez realizadas las actividades me las envías a mi
correo.
En el asunto del correo pondremos: nombre, apellido y curso.
Muchas gracias.
Un abrazo muy fuerte.
Os echo mucho de menos.
LA ALEGRIA.
Como ya sabéis nos encontramos en el tiempo pascual dentro del
calendario litúrgico.
Aunque las circunstancias no sean las que queremos estamos en un
tiempo de alegría ¡Jesús ha resucitado! Por eso nos vamos a contagiar de esa
alegría.
La alegría es seguramente la emoción más deseada por todos.
Su función nos dispone a hacer cosas, a relacionarnos a compartir.
Su energía, podemos sentirla en todo el cuerpo. Es como si
estuviéramos llenos de burbujas que suben hacía arriba.
Su expresión es la sonrisa.
Ahora vamos a leer un cuento.
LA BOTELLA DE LA FELICIDAD.
En ese
establecimiento se vendían al peso alegría y felicidad.
Un día,
llevado por los rumores, llegó a la tienda un hombre muy triste. Iba encorvado y arrastrando los
pies. Se plantó delante del tendero y preguntó con voz lánguida:
- ¿Venden
aquí alegría?
- ¡Claro! -
le dijo corriendo a la trastienda.
El tendero
volvió enseguida y dejó encima del mostrador una botella transparente,
aparentemente vacía. La envolvió cuidadosamente y la introdujo en una bolsa.
El hombre lo
miró extrañado, pero viendo al tendero tan seguro, le pagó y salió de la tienda
con la sensación de haber sido estafado.
Cuando llegó
a casa abrió el envoltorio y encontró un papel en el que decía: Cuando lo
embargue la tristeza, siga las instrucciones:
1. Quitar el
tapón y aspirar profundamente el aire de la botella.
2. Taponar
inmediatamente la botella.
'Se
recomienda no hacer más de una aspiración al día. Puede ocasionar
empacho de felicidad'.
El hombre
triste siguió cuidadosamente las instrucciones, y decidió en ese mismo instante
probar sus efectos.
Destapó la
botella y aspiró con fuerza.
-
Fiuuuuuuuuuuuu.
Rápidamente,
siguiendo las instrucciones, volvió a taponar la botella.
A los pocos
minutos empezó a sentirse muy contento. Canturreaba y bailaba dando
vueltas por toda la casa. Salió a la calle y, sonriendo a todos, vio que todo
el mundo le devolvía la sonrisa. A la hora de regresar el efecto milagroso se
iba pasando y, poco a poco, se volvió a poner triste. Se acostó pensando que
hacía años que no se había sentido tan feliz.
Al día
siguiente, nada más despertar, destapó la botella y aspiró con mucha fuerza tapándola
inmediatamente.
-
Fiuuuuuuuuuuuu.
Al momento, le
entró apetito y se preparó un zumo de naranja, unas tostadas con
aceite y jamón y unas ciruelas, que le supieron a gloria. Se puso de muy buen humor.
Salió a la
calle y, lo mismo que el día anterior, empezó a cantar y bailar
demostrando a todos su alegría. No fue hasta el anochecer cuando notó que
de nuevo la tristeza se apoderaba de su ánimo. A
pesar de saber que no debía hacerlo, fue a buscar la botella, la destapó y
aspiró con todas sus fuerzas tres veces seguidas.
- Fiuuuuuuuuuuuu,
fiuuuuuuuuuuuu, fiuuuuuuuuuuuu.
Al momento, comenzó
a reír cómo un loco. No paró de bailar, cantar y reír en toda la noche,
hasta que estuvo tan cansado que cayó embriagado.
No despertó
hasta el atardecer del día siguiente. Efectivamente, había tenido un empacho de felicidad tan grande que estaba
exhausto. No aspiró el aire milagroso esa tarde.
A la mañana
siguiente no se despertó tan triste como en otras ocasiones, era como si el
efecto del aire se mantuviera. Decidió no aspirar de la botella hasta casi
mediodía.
-
Fiuuuuuuuuuuuu.
Así estuvo
un tiempo. Notó que cada vez tenía menos necesidad de aspirar el aire de la
botella, porque sin apenas darse cuenta fue olvidando su tristeza. Tanto,
que un día se olvidó de ella por completo.
Ahora vamos a escribir estas preguntas en
la libreta y las responderemos.
1. ¿Qué
pidió el hombre triste en la tienda de la felicidad?
2. ¿Qué
advertencia le hizo el vendedor de la tienda?
4. ¿Qué le
pasó cuando tomó demasiado aire de la alegría?
5. ¿Cómo
consiguió el hombre vencer la tristeza?
6. ¿Qué es
para ti la felicidad? ¿Y la tristeza?
8 ¿Qué haces
tú cuando estás triste?
9. ¿Cómo
podrías ayudar a tus amigos, padres o hermanos para que estén más felices?
seño yo lo tengo echo mi padre lo mandara soy jesus de 5
ResponderEliminarMuy bien Jesús¡¡¡¡
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